¿Cómo te presentarías brevemente?
Mi nombre es Paul, nací en Perú y tengo un proyecto musical llamado Paulrhythms en donde hago la música que me apasiona.
¿De qué manera ingresa la música en tu vida? ¿Cuáles son tus recuerdos más significativos?
Bueno, tengo la suerte de que mis padres apoyaron mucho la cercanía que tenemos mi hermano y yo con el arte. Mi padre era baterista de joven y luego pasó a ser ingeniero de sonido tanto en vivo como en estudio. Hay unas fotos en el álbum familiar en la que estoy tocando una pequeña caja de percusión, con una baqueta de xilófono de metal, en lo que podría ser mi primer concierto. Tenía alrededor de 2 años, mi hermano se estaba presentando con el grupo de música de la escuela “Arte para Crecer” (el cual siempre recomiendo, ya que tienen un método buenísimo) y según mis padres yo no podía quedarme sentado en sobre las piernas de mi madre, sino que estaba inquieto. Luego de varios intentos me dejaron gatear hasta el escenario.
No sé qué habré hecho, pero después de haber llamado la atención de la directora, ella me dio esta cajita china para que sea parte de la orquesta. Según me cuentan, en ese momento la banda estaba haciendo ruidos de naturaleza, como acompañando un cuento, había muchos momentos de silencio y de ruido, así que eso hice: tocaba y paraba de tocar.
Tu pasión te llevo a estudiar la carrera de Música en Lima, ¿cómo fue transitar la experiencia del sonido y la música a través de la academia?
Fue como un sueño hecho realidad y a la vez un reto. Antes del 2010 no existía la carrera de música en ninguna universidad privada o pública en el Perú. Cuando en ese mismo año, dos universidades decidieron abrir esta carrera fue algo increíble para mí. El reto estuvo en que todo era nuevo, y al comienzo hubo escasez de buenos profesores, el periodo de ajuste fue un poco largo. Sin embargo, estoy muy agradecido por los buenos amigos y profesores que conocí estudiando y por toda la música que hicimos y aprendimos.
Paralelamente, ¿participabas de algún proyecto musical? ¿Podrías hacer un recorrido de tus primeras presentaciones?
Sí, en varios. Tenía una banda con mi hermano mayor, Mikel, y dos amigos que también son hermanos, los Wurst. Tocábamos los temas de Andrés, un surf rock muy paja que nos llevó a abrir a Donavon Frankenreiter en un festival de verano. Grabamos un disco que lo pueden encontrar en línea. Esa banda se llamaba Wavestones (https://wavestones.bandcamp.com/). También fui bajista de la banda Big Pollo, Lara Nuh, Blue Joint y las tocadas (o como le dicen en Lima, “Chivos”) que salían y que me daban ingresos extra mientras estudiaba.
¿Cuándo nace tu curiosidad por emigrar? ¿Cómo llegó Berlín como elección?
Precisar cuándo, es difícil. Tal vez desde la primera vez que pisé Europa en un viaje llamado la Ruta Quetzal. Fue una beca por composición musical que me llevó a conocer muchos amigos y lugares muy pajas. Berlín no fue pensado antes de llegar a Alemania, llegó en el momento en que Janisse y yo teníamos que tomar una decisión y después de visitar algunas ciudades en Alemania, Berlín fue la que nos pareció mejor para empezar la aventura.
Siempre tenemos expectativas sobre nuestras decisiones, ¿cómo fueron las tuyas en relación a tus primeros pasos?
La verdad es que no tuve muchas expectativas al comienzo, ya que pensaba que estaba de vacaciones. Me tomó tiempo entender que no estaba viniendo a visitar y a estar unos meses, sino que me estaba mudando. Nunca antes me había mudado de casa, ni dentro de Perú.
Ya en Berlín, tuviste la posibilidad de trabajar en una agencia internacional que crea música para contenidos. ¿Cómo fue esa experiencia?
Disfruté mucho de estar a un ritmo en el que componía varias canciones/ideas al día. Trabajaba horario completo, desde las 9 am hasta a veces la madrugada del día siguiente, ya que no encontraba la idea que buscaba o que iba a ir bien con lo que me había pedido el productor. Terminaba muerto, pero con mucha satisfacción. Aprendí harto y también pude experimentar como la parte artística de la música puede convertirse en algo automático y rutinario. No fue mi caso, pero veía el cansancio y la monotonía de otros productores que trabajan por años y que parecía que ya no disfrutaban de lo que hacían. Ahorita estoy en otro momento, pero sí, volvería a ese ritmo de nuevo.
Tienes una concepción interesante sobre las “etiquetas” que nos ponemos (o nos ponen) día a día ¿Nos podrías explicar un poco más ¿Cómo describirías tu música sin etiquetarla?
Mi música es lo que sale de mis memorias sonoras, sin juicio hacia donde vaya. Es medicina, instinto y muchas veces deseo y adicción.
Actualmente estás trabajando en tu proyecto solista, ¿cómo estás viviendo ese camino? ¿Compones sin límites o lo adaptas a los recursos con los que sabes que vas a contar en vivo? ¿Te gusta el desafío musical y visual de ser multiinstrumentista?
En este momento el camino está lleno de inspiración, compongo todas las semanas tracks nuevos y por ahora estoy enfocándome en no hacerle mucho caso a las preguntas que vienen luego de la parte instintiva.
Sí, me gusta la idea de tocar varios instrumentos y hacer un show solo, pero también disfruto mucho tocar con banda. El arreglo de las composiciones se puede adaptar, lo más importante es que el tronco de la pieza esté sólido para mí.
Volviendo al punto de la composición, hay un peso importante en el uso del loop. ¿Crees que podrías asociarlo al ejercicio de realizar un mantra?
Sí, hay un peso, pero aún me falta mucho por explorar. Si es que me aburre rápido entonces no está funcionando. Claro, de hecho tengo algunos ‘mantras’ compuestos.
El cajón tiene una importancia especial para ti, ¿qué nos podrías contar sobre ese instrumento?
El cajón fue el primer instrumento que aprendí a tocar a los 4 años. Ha viajado conmigo y hemos tenido aventuras divertidas y locas juntos. El cajón y la música afroperuana me abrieron las puertas al mundo. Además de que estoy obsesionado con la simpleza gráfica del instrumento.
¿Cómo surgen tus letras? ¿Qué es lo que define el idioma a utilizar en cada canción?
Depende de la canción, pero normalmente las letras vienen al final. El idioma lo define la música: lo que salga en mi canto de forma natural, cuando estoy improvisando sobre la canción es lo que dejo que sea. Lo más importante es que se sienta bien.
Según tu experiencia, ¿qué nos podrías contar de la escena de música en vivo en Berlín?
Hay de todo, buen trato profesional y también locales que tienes que pagar para tocar, pero hay más lugares de exposición y eso es algo súper chever.
¿Cuál es tu experiencia en relación a los medios de distribución de tu música? Mucha gente sostiene que las plataformas digitales democratizan la circulación de música, en tu caso, ¿ha sido así? ¿Acudes a medios digitales como plan B de no poder producir en formato físico?
Mi experiencia es buena en el sentido que me ha sido fácil subir mi música y que la pueda compartir con mi familia, amigos y la gente que me sigue. Lo que dices de la democratización es cierto hasta un punto. Hay demasiados factores que influyen por lo que diría que si alguien le interesa conversar al respecto que me escriba y yo feliz de contar más detalles, ya que es un tema extenso.
¿Eres receptivo a la devolución que te hace la gente que escucha tu música?
Por supuesto, me llena de energía y alegría leer los mensajes de las personas que escuchan mi música. Me parece maldito también cuando me cuentan que la música les inspira a crear algo nuevo. Por ejemplo, hace poco me escribió una acróbata que vive en Nueva York y me contó que compuso una performance inspirada en una de mis canciones, me pareció genial.
¿Cuáles son tus planes hoy en día?
Como músico de sesión volví a tocar en vivo desde Junio de este año (2021) y ha sido una experiencia increíble volver a compartir estos presentes con gente y para gente. Como solista, veremos cuando.
Hoy en día estoy colaborando con varios artistas en Berlín y componiendo un tercer EP. (El segundo EP está también en proceso)
¿Cómo te ves de cara a este invierno 21/22?
Positivo, con muchas ganas de seguir colaborando con artistas, explorando mi propio sonido y tocando en vivo.